jueves, 19 de abril de 2007

Vida después de la vida

Desde que conocí a mi pareja siempre le he manifestado el deseo de donar mis órganos (si es que cada algo bueno de aquí allá). Pero siempre hemos estado un poco encontrados en el tema. No se que piense ahora, luego de ver tantos capítulos de Grey’s Anatomy. Por que el tema se toca mucho y en ocasiones muy crudo. Todavía recuerdo el capitulo en que Cristina Yang entrevista a la esposa de un joven que tenia muerte cerebral y le estaban presentando la alternativa de la donación de órganos. La reacción de ambas partes fue impactante.

En mi caso, cuando fui a parir a Diego, se supone que era por vía natural. Pero rompí fuente de madrugada y ya a las 3pm no había dilatado casi nada. Así que entre el dolor y las horas de espera, rogaba por una cesárea. Mi esposo se encargo del papeleo. Tiempo después me confeso que lleno un papel que preguntaba si donaría los órganos y contesto que NO. Asimismo lo arrastre para que donara sangre para la operación de Alex, aunque no fuera usada para el. Compartir lo que tenemos en vida, como es la sangre, es vital. En mi caso fue lo que alargo la vida de mi padre tanto tiempo. Y que agradecida estoy yo.

Lo mas gracioso de todo es que mi esposo ahora dice que sí, va a donar mis órganos menos mi brazo izquierdo. Por que se va a quedar con la pieza de titanio que me pusieron en el brazo y que salio carito. Muy gracioso mi amorcito.


Cuando vayamos con Papito Dios (o hacia donde usted crea que vamos) no necesitaremos nuestro cuerpo. Y la vida sigue, gente. Y otros necesitan tal vez de usted, de su valentía y de su buena voluntad para seguir viviendo. Estoy segura que si usted o uno de los suyos lo necesitara no lo pensaría dos veces. Done vida. Done sus órganos y tejidos.

PD: Y gracias a Suzette por su gran ejemplo.

No hay comentarios.: