viernes, 6 de octubre de 2006

Un amor peludo


Que maravilloso tener una compañía sincera y que te quiera así de feo como eres (es broma, ya saben). Pero si esa compañía se comunica de una manera tan especial contigo que puedes sentir su amor sin palabras ya es otro cantar. Me refiero al amor de los animales. Desde los 5 años tuve mascotas. Siempre perros. A esa edad en mi casa aconteció un gran suceso, donde mi papá por poco mata a mi mamá en medio de una borrachera. Yo termine esa noche solita en el cuartel de la policía con mi perro. Y ella me protegía, al menos eso sentía y eso recuerdo. Ella duro como 15 años siempre fiel. Nos dio unos 10 nietos… J. Y nos quedamos con una de ella, Chiquita (por la canción de Menudo). Ella era bien alegre. Muy diferente a Reina, su mamá.

Al morir Chiquita llego Bolita (no me pregunten por el nombre, lo escogió mi hermano. Otra maravilla de perra. Recuerdo claramente el día que jugamos a las escondidas… jeje! Para mi fue increíble que un perro supiera que estaba jugando a eso.

Ahora no tenemos mascotas. La persona tiene que tener tiempo (no solo para sus necesidades básicas) sino para jugar con ellos y darles mucho amor y cariño. Necesitan un espacio abierto para que se manifiesten (al menos que desees pelos y baba por la casa). Ellos son como tener un niño pequeño al que tienes que bañar, darle alimento y cariñitos. Hay que recordar que ellos también se enferman, necesitan vacunas y hay q administrarle medicamentos.

Así que si tu niño te pide una mascota. Piensa en todo lo que mencione. Si crees no poder atenderlo con la atención que ellos se merecen píenselo dos veces. Y recuerda que el amor de una mascota es la mejor manera para aliviar las tensiones que nos da la vida.

Recuerde siempre leer la sección de Colitas Felices de la Pet-guru, Suzette Bacó.

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