jueves, 5 de octubre de 2006


Comparte lo maravilloso

Una de las pruebas que Papa Dios nos dio es el don de ser desprendido. El avanzar por la vida sin apagarse a lo material es algo que hay que aprender para trazar el camino hacia la felicidad. En un sinnúmero de ocasiones la vida nos enseña que no debemos aferrarnos a lo material. Yo me imagino que a todos nos ha pasado. Que admiramos algo tanto y tanto que de momento, puff… desaparece. Se nos rompe esa camisa que tanto nos gusta o hasta un bien más caro, como puede ser el auto. Ese auto… tan hermoso… yo lo lavo todos los fines de semana sin falta…a veces sacrifico jugar con los nenes, pero el carro… inmaculado… Y cuando vas llegando a tu casa, por los apuros alguien se detiene con tu carro. Eso es triste mi hermano…

No te digo que no aprecies las cosas ni que dejes de cuidarlas. Por que uno de los principios de la vida es ser agradecido con Dios por que es el que provee para poder tener las cosas. Pero no apegarse, dejar fluir. Eso es lo difícil. Soltar, compartir lo maravilloso que te ha dado la vida. Por que en la medida que más das, mas recibes no tanto en lo material en lo espiritual también. De nada me sirve ir dando lo que me sobra y lo que no quiero si no es de corazón. Si no me detengo a escuchar y apoyar a uno de los míos.

Quería transmitirles que la posesión más importante son las personas que nos rodean. Pero tampoco son de nuestra propiedad. Son de la vida, son de Dios. Y el las puso ahí para compartir lo hermoso de esta vida. Aunque no veas, si leíste esto, te dedico una de las cosas mas bellas, una sonrisa y todo mis pensamientos positivos para seas muy feliz. Luego me cuentas como te fue, yo estaré ahí para escucharte.

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