Santa Claus me trajo un Mp3, no un IPOD específicamente por que no me atraía; aparte de que la promoción de que el Zune era mejor, me comió el cerebro. No IPOD, no Zune, solo Mp3, pero de 8 gigas, esta bueno me dije. Se lo había pedido a San Valentín, Madres, el hada de los dientes (aunque no se me haya caído ninguno) y hasta al sr. que pide en la esquina, el parecía tener uno… Además que linda me veía yo en el tren, todo el mundo con su Mp3 y yo con el súper Walkman con Cd player. Eso yo le llamo presión de grupo, usted a lo mejor le llamara pendejadas tuyas. Pero fine, bajo el arbolito estaba el Mp3. Igual que el de Suzette estuvo un tiempo en la caja. No lo vas a sacar- me dijo mi esposo…. Ok… dije yo. Mi esposo hizo la prueba grabando el Cd de Sin Bandera, que le pedí a Santa, los Reyes, San Valentín, las madres y al estudiante que se fue con la costarricense y que nunca hemos vuelto a saber de el… (estaría orgulloso de mi si lee esto, siempre le cambiaba la nacionalidad solo por jorobar)
Ya fuera de la caja, empecé a usarlo. Que interesante. Me encanta, esto es un éxito, sobretodo de 7 a 9 am. Ando por la biblioteca con un audífono si y uno no. Total, he descubierto que estoy igual de sorda con uno o con los dos. Después de par de meses mi esposo volvió a preguntar… ¿cuantos cd’s has grabado?. Umm!? Le dije con cara de Lipio. ¿Que cuantos cd’s has grabadooooo? Ah, eso, -le dije. Ninguno. No se como hacerlo. Yo me imaginaba que era súper fácil, pero el Mp3, cumplía su cometido. Sin Stress por la mañana y más nada. Si hubiese sabido no te hubiese regalado nada. Ah! Entonces Santa Claus no existe, rompió la magia otra vez!
Nada, que un día me dio con ponerme a grabar y tengo par de canciones. Como 20. Ahora la computadora principal se daño y tengo que instalar el programa de nuevo. Pasaran par de meses mas, y llegara la Navidad y yo tendré otro antojo, que claro, ya Santa no traerá.
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