En mi pu..ritana vida le pago a alguien por leer un libro. Aprendí el amor por los libros por mi papá que siempre lo veía leyendo. Pero no fue como hasta los 12 años que un libro que me entrego mi hermano para que leyera las primeras líneas, me conquistó – era Felices días Tio Sergio de Magali García Ramis. De ahí en adelante entre el modelaje de mi padre y el gusto que le tome a la lectura puedo decirle a cualquiera que este es uno de los regalos mas preciados que le puede dar a sus hijos.
Siempre le he leído a Diego y cuando no le leo, busca su libro, se acomoda en mi brazo y me insiste hasta convencerme. Viene con dos o tres libritos. Lo único es que el siente que ahora tiene que compartir el brazo… y no es fácil para el. Aun así, Alex ya pide “libbrrroo” y “leerrr”. También tiene sus cuentos favoritos.
La hija de mi jefa anda con un libro diferente siempre y solo tiene 13 años. Le pregunte hoy: ¿te imaginas si te pagaran por todo lo que has leído? – me regalo una gran sonrisa.
Regale a sus hijos la dicha de soñar y escaparse un rato a través de la lectura. A aprender cosas diferentes y cree un lazo como dijo Suzette, compartiendo lo que leen. Recuerden que no es importante leerles solo a los más pequeñitos, ya cuando leen podemos escuchar un cuento nosotros. Siempre he sentido que en un sentido la primera Dama lo ha hecho bien pero también hay que educar a los padres. Hay que sacar un momento donde los nenes estén tranquilos, por ejemplo al levantarse o al acostarse para leerles. ¿Se imaginan que persiga a mi pequeño enano para leerle un cuento? Hace tiempo hubiese desistido. ¿Por qué no sacamos parte de nuestra noche para compartir ese momento con ellos? ¿Por qué no los llevamos a la librería aparte de la tienda de juguetes? Comparte un libro con los tuyos, comparte sabiduría, sino lo haces luego pagaras por que lo hagan.
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